Skip to content

Misión

Vivimos en una sociedad que está enfocada en recibir, los medios nos manipulan constantemente, inclinándonos hacia el sobre consumo. Las publicidades nos sobrecargan con informaciones y pedidos de comprar algo. La generación que ahora egresa de las universidades tiene una probabilidad de 2 % de conseguir en un futuro una propiedad pagada, sin o con préstamos de bancos de por vida. El mercado de inmobiliaria está subiendo cada año sus precios. Así también nosotros, solo tenemos la posibilidad de conseguir algo propio, juntándonos y viendo financiamientos alternativos como la que ofrece la modalidad Crowdfunding o donaciones. Buscamos que la sociedad se enfoque nuevamente a un sentido de dar, menos de consumir y recibir. Cuando todos damos, todos recibimos. Vemos este futuro solo posible si se crean y forman comunidades modernas alrededor de todo el mundo. Reconectando así con la esencia e lo humano, alejándose del consumismo, tanto de medios, materiales etc.

La mayor parte de la población en el mundo depende de la red eléctrica nacional o regional. A pesar de diferentes planes gubernamentales de reducir la contaminación creada por el uso cotidiano de este, no se vienen cumpliendo plazos de integración de energía sostenible, ni nos proveen con alternativas viables para la salud humana y comunitaria. La misión aquí es reducir a un mínimo el uso de electricidad, con proyectos de refrigeración y conservación natural en hoyos fabricados, utilizando también turbinas hidráulicas y energía solar. En este caso, se trata de un trabajo de conciencia, estar en claro sobre la polución que individualmente cada uno pueda causar, de lo más pequeño a lo que genere más impacto. Lo importante en este marco es la educación y el uso correcto y debido de aparatos electrónicos.

Los alimentos producidos en nuestro propio huerto tienen un sabor diferente al que se compra en un mercado. No solo es la dedicación hacia el mismo cultivo, sino también los ingredientes y fertilizantes añadidos. El monocultivo, técnica famosa utilizada a nivel global, tiene una cantidad increíble de desventajas e impacto negativo. Una solución viable es la autosuficiencia a través de la aplicación de la permacultura. Claramente, el ser humano tiene que reacostumbrarse al consumo de alimentos regionales. La utopía de comer frutas exóticas en Alaska, por ejemplo, trae mucha polución al mundo. Una alternativa de solución es reflorecer la flora y fauna regional, alimentándonos de productos naturales/orgánicos, que se encuentren y produzcan con facilidad en la zona. Queremos establecer nuevamente plantas indígenas no manipuladas, para así crear una diversidad más amplia del cultivo. La permacultura no solo es una forma de cultivo alternativo, también es un estilo de vida, intentamos a incorporarlo a nuestros días. Asimismo, dentro del proyecto pretendemos incorporar bioconstrucción en viviendas y otros espacios. Los materiales disponibles en la zona son la arcilla, el pasto y arena, lo cual da las condiciones perfectas para poder construir con adobe. Esta técnica no solo insola mucho mejor respecto a temperaturas externas, también respecto a radiaciones y electricidad dañina para el cuerpo humano.

En las últimas décadas se ha creado un monopolio con la medicina, estos incluyen diferentes fármacos que en la mayoría de los casos consumimos de forma cotidiana. El plástico o la celulosa en el cuerpo nunca termina de disolverse al 100 % dejando de esta forma un riesgo de futuras enfermedades. En nuestro caso seguimos una idea alternativa a la medicina tradicional, vemos el cuerpo humano en su plenitud, tanto espíritu, mente, emociones y circunstancias físicas. Hemos trabajado desde hace varios años con muchas personas, pudiendo dirigirlos nuevamente hacia el jardín, enseñándoles a sembrar diferentes variedades de plantas que pueden curar la mayoría de las enfermedades que conocemos.

Hoy en día en diversos colegios a nivel mundial se sigue enseñando de la misma manera que hace 150 años atrás, es parte de nuestra misión generar un cambio en las materias y la metodología que imparten las diferentes instituciones. Queremos en un futuro dentro de nuestro espacio implementar un institución o casa educativa, donde los propios niños y niñas decidan lo que quieren aprender. La educación debería impartirse a través del juego, la vida cotidiana y en algunas, pero pocas ocasiones, tradicionalmente.

El proyecto que pretendemos implementar trata de construir y crear una comunidad autosostenible y funcional. Hemos vivido así por miles de años, ¿por qué no debería de funcionar nuevamente? En este caso al principio se enfoca en un proyecto piloto, para enseguida después de haber desarrollado una implementación adecuada podamos enseñar de manera presencial o a través de seminarios y webinares a otras personas en todo el mundo. Buscamos traer el cambio que muchas personas en el mundo desean, un cambio hacia una convivencia plena, social y humana. Poco a poco la implementación de diferentes cosas pequeñas traerá el cambio. ¡Con paciencia y amor, juntos podemos hacer la diferencia!